Seguridad del paciente: siete alertas esenciales

La tecnología hace parte del proceso, pero es necesario que haya una cultura de seguridad, que parte de la gestión e incluye el propio paciente

La tecnología hace parte del proceso, pero es necesario que haya una cultura de seguridad, que parte de la gestión e incluye el propio paciente

 

Cuando se entrega la vida a los cuidados de una institución de salud, siempre se espera por la cura. Para que esa expectativa se cumpla, es necesario que la organización traiga garantías para la seguridad del paciente en todos los procedimientos, desde una simple prescripción de medicamentos hasta una compleja cirugía de trasplante de órganos.

 

Los siete alertas esenciales

Son siete alertas esenciales para garantizar la capacidad del paciente, descritos a continuación: 

1 – Formación y capacitación: la formación y la capacitación de los profesionales es el primer principio básico para evitar errores médicos.

2 – Gestión de seguridad del paciente: Además de profesionales preparados, es necesario que haya también gestión específica de la seguridad del paciente. Se recomienda, entonces, la creación de Núcleos de Seguridad.

3 – Creación de protocolos médicos: Son documentos que formalizan la relación entre el profesional de la salud/institución y el paciente. Tiene el objetivo de ofrecer una directriz que oriente la conducta médica y asistencial junto a las enfermedades que son encontradas con más frecuencia, en las emergencias y en los consultorios, e indicar medicamentos más adecuados a la situación del paciente. El resultado de esa aplicación es una estandarización en la atención.  Los protocolos buscan el mejor tratamiento, con eficiencia comprobada y con relación costo/beneficio apropiado para la institución.

4 – Cuidados en la identificación:  Fallos en ese proceso pueden resultar en errores de medicación, errores durante la trasfusión de sangre, pruebas diagnósticas, procedimientos realizados en el paciente errado  y/o en lugares equivocados, entrega de bebés a otras familias que no sean las suyas, además de otros problemas. Para garantizar que la identificación está correcta, todos los profesionales necesitan tener mucha atención y trabajar con la pulsera de identificación, historial clínico, etiquetas, solicitudes de exámenes con la participación activa del paciente y familiares durante la confirmación de su identidad.

5 – Garantizar la higiene: el quinto alerta se refiere a la higiene en los procedimientos, desde la higienización básica de las manos, hasta la limpieza de equipamientos y el uso correcto de materiales desechables, cuando necesario. Son las principales herramientas para evitar contaminaciones e infecciones hospitalarias.

6 – Corresponsabilidad del paciente: el usuario del sistema de salud también necesita ser responsable por su seguridad,  y puede dialogar con los profesionales que le atiendan, cuestionar, exigir la comunicación correcta acerca del tratamiento a que está sometido.

7 – Circuito cerrado de medicación: con ese procedimiento, todas las operaciones son registradas y protocoladas, de la compra del medicamento hasta la administración al paciente. La prescripción, realizada por el médico debe ser insertada en el sistema. Un farmacéutico hace la  evaluación y  proporciona la receta. Cuando se administre ese medicamento, el sistema hará una verificación, para comprobar que es el medicamento correcto y está en la dosis y en el horario exacto.

 

Tecnología como aliada

La tecnología de la información actúa como aliada de esos siete alertas esenciales. El Historial Electrónico del Paciente (PEP) es considerado como una de las principales herramientas que ayudan en este proceso. 

El PEP tiene la capacidad de reunir, en apenas un local, todas las informaciones clínicas y asistenciales sobre la atención, simplifica el almacenamiento de datos y facilita la rutina de los profesionales de salud. Los datos se presentan de forma más estructurada e integrada, lo que permite al gestor usar la inteligencia clínica en varios escenarios, como sugerencia de protocolos clínicos y de nuevas conductas.

La integración del PEP con portales de conocimiento médico también ayuda a la decisión clínica, gracias al acceso de investigaciones globales e informaciones actualizadas sobre fármacos. Además, esa unificación permite la emisión de alertas: el propio PEP avisa si el paciente, de acuerdo a su historial tiene alguna restricción a la fórmula que será aplicada o si hay riesgos de interacción farmacológica.

Con esos cuidados esenciales, es posible proporcional paciente la seguridad que él busca en una institución de salud.

 

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