Cómo el Business Intelligence genera oportunidades al Sector de la Salud

Al agregar datos de varios sistemas, la solución permite percibir nuevos negocios al mismo tiempo que optimiza los gastos

 

En la era de la información, tener acceso a innúmeros datos no es apenas un privilegio, es una forma de  apalancar los negocios. En el área de salud no es diferente. Adoptar soluciones tecnológicas que agregan datos de los sistemas tradicionales, además de permitir una visión más integrada de la totalidad, garantiza decisiones más exactas de gestión que, consecuentemente,  optimizan los costos.

Esa solución hace parte del concepto de  “Inteligencia de Negocios” (Business Intelligence), conocido en el mercado apenas como “BI”, que viene demostrando ser tan eficaz en al salud como en las áreas financieras y de telecomunicaciones, donde ya es utilizada hace mucho tiempo.

De forma general, el Business Intelligence es una herramienta tecnológica para la consolidación de  informaciones que permiten nuevas visiones sobre el negocio. En la salud, la solución permite, por ejemplo, monitorear el desempeño de profesionales y unidades hospitalarias, analizar la calidad de las atenciones y de exámenes, todo al mismo tiempo, por una sola herramienta. O sea: extraer datos de todas las etapas de un ambiente hospitalario, de clínicas y laboratorios y, de esa forma, tener visiones innovadoras de las operaciones diarias.

El BI es básicamente el primer paso de los sistemas  desarrollados para las personas (systems of engagement) que, además de agregar datos, permiten interpretar el contexto y tomar decisiones mejores para la gestión. “Al ver las cosas que han sido sacadas de un depósito, lo máximo que se puede saber es lo que se consumió.” Por el BI se puede buscar, hacer la correlación entre datos de sistemas distintos. Permite un análisis por varios ángulos y, como consecuencia, decisiones al mismo tiempo y más ágiles, para la optimización  de costos y gastos”, explica Pietro Delai, gerente de consultoría en la IDC Brasil.

La solución necesita tener acceso a datos e indicadores confiables. Por eso, antes de adoptar un sistema de BI, es necesario ya adoptar sistemas que agreguen datos exactos, evalua Enrico De Vettori, socio de  Life Science y Healthcare de la Deloitte.

“Antes de la concepción del BI, hay que tener en cuenta que informaciones son necesarias, pero que deben ser estructuradas e íntegras”, afirma.  En las palabras de De Vettori, el BI, más que una herramienta, “es una metodología , un aspecto analítico para mejor conocer su negocio, sus prestadores, sus socios, clientes y beneficiarios, las patologías, las drogas y como estas benefician o no”.

Para el ejecutivo de la Deloitte, el gestor tiene que entender la diferencia entre implantar una metodología de gestión e instalar apenas un BI. “la tecnología implantada requiere todo ese aspecto metodológico,  la integridad y el conocimiento previo, lo que incluye aspectos de procesos, gestión y gobernanza. Cuando instalado, la herramienta queda disponible pero no hay beneficio, pues la herramienta sola no puede hacer nada. Hay mucha gente invirtiendo mal los recursos, como todos esos devices que compramos y usamos”, analiza.

 

 

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